Una investigación reciente publicada en Proceedings of the National Academy of Sciences ha revelado que una parte significativa de la ascendencia genética de los europeos del sur proviene del norte de África. Este hallazgo no solo tiene implicaciones históricas, sino que también arroja luz sobre cómo las migraciones y ocupaciones a lo largo de los siglos han moldeado la diversidad genética en Europa.
Un Legado de Contactos Históricos
El intercambio entre el norte de África y Europa comenzó mucho antes de la ocupación musulmana de la Península Ibérica. Desde las conexiones comerciales y culturales establecidas por los romanos, hasta el dominio de los moros en el territorio conocido como Al-Ándalus, la influencia norteafricana ha sido significativa en el sur de Europa. Estos contactos no solo dejaron su huella en la arquitectura, la cultura y la religión, sino también en el genoma de las poblaciones locales.
Carlos Bustamante, genetista de la Universidad de Stanford y coautor del estudio, explicó que la mayor diversidad genética de los europeos del sur, en comparación con sus contrapartes del norte, refleja la influencia genética del norte de África en los últimos 2.000 años, especialmente durante la Edad Media.
Mayor Diversidad en el Sur de Europa
Estudios previos ya habían demostrado que los europeos del sur, como los españoles, italianos y griegos, tenían una mayor variabilidad genética en comparación con los europeos del norte. Sin embargo, las explicaciones para esta diversidad eran variadas:
- Ocupación morisca de la Península Ibérica: Desde el año 711 hasta 1492, los musulmanes gobernaron amplias partes de España y Portugal, trayendo consigo influencia cultural, religiosa y genética.
- Interacciones romanas y norteafricanas: Durante el Imperio Romano, las rutas comerciales y las conquistas conectaron estrechamente Europa y el norte de África, permitiendo un intercambio genético significativo.
Sin embargo, la falta de muestras genéticas del norte de África había dificultado la confirmación de estas teorías.
El Estudio Genético
Para desentrañar las raíces de esta diversidad genética, los investigadores analizaron muestras de ADN de 2.099 individuos de 43 poblaciones diferentes en Europa y África, incluyendo nuevas muestras del norte de África y España. Este enfoque permitió identificar patrones genéticos claros:
- Entre el 4% y el 20% del genoma de los europeos del sudoeste (Italia, España y Grecia) tiene origen norteafricano.
- En comparación, los europeos del sureste (como los de los Balcanes) presentan menos del 2% de ascendencia norteafricana.
Además, lo que previamente se consideraba ascendencia subsahariana en estas poblaciones se identificó como herencia del norte de África, reflejando una mezcla genética sustancial entre ambas regiones.
Impacto Genético de los Eventos Históricos
El flujo genético entre el norte de África y Europa ocurrió durante múltiples períodos históricos:
- Era Romana (siglo II a.C. – siglo V d.C.)
La expansión del Imperio Romano facilitó el movimiento de personas, bienes e ideas entre ambas regiones. Cartago, en la actual Túnez, fue uno de los principales centros de intercambio. - Ocupación Islámica de la Península Ibérica (711-1492)
Durante casi 800 años, los musulmanes, conocidos como moros, gobernaron amplias áreas de la Península Ibérica, dejando un impacto cultural y genético duradero. - Interacciones posteriores
Incluso después de la Reconquista, las conexiones marítimas y comerciales continuaron fomentando el intercambio entre el norte de África y el sur de Europa.
Dificultades para Precisar Tiempos
Aunque el estudio identificó la contribución genética norteafricana, aún queda por determinar qué porcentaje proviene de la era romana y cuánto de la ocupación islámica. Según Priya Moorjani, genetista de la Universidad de Harvard, diferenciar estas influencias es un desafío con el ADN moderno, ya que la mezcla genética ocurrió durante largos períodos.
Para resolver estas incógnitas, sería necesario analizar ADN antiguo de esqueletos romanos y moros. Este enfoque podría proporcionar una línea de tiempo más clara sobre cuándo ocurrieron los flujos genéticos y su magnitud.
Implicaciones y Futuras Investigaciones
Los resultados de este estudio subrayan cómo los eventos históricos y los patrones de migración han dado forma a las poblaciones humanas. Según Graham Coop, genetista de poblaciones de la Universidad de California, este tipo de investigaciones mejora nuestra comprensión del impacto de las migraciones históricas en la composición genética actual.
En el futuro, estudios más detallados con muestras genéticas adicionales y análisis de ADN antiguo podrían ayudar a resolver preguntas pendientes sobre la historia genética de Europa y su conexión con África.
Referencias
- Bustamante, C. et al. (2023). «Genetic Diversity in Southern Europeans: A Contribution from North Africa.» Proceedings of the National Academy of Sciences.
- Moorjani, P. (2023). «Challenges in Tracing Historical Gene Flow: A Perspective on Southern Europe.» Harvard University Research Digest.
- Coop, G. (2023). «Human Migration and Genetic Diversity.» University of California, Davis.
- Henn, B. M., et al. (2012). «The History of African Gene Flow into Southern Europe.» Current Biology.
- National Geographic. (2023). «Tracing the Genetic Footprints of Moors in Spain.»
- Field, R. (2011). «The Roman Empire and its Genetic Legacy.» Ancient History Journal.