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Los «Zanj», los negros esclavizados que se rebelaron contra el califato abasí de Bagdad (869 – 883 d.C.)

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Zanj  «Tierra de los negros» en árabe era el término utilizado por los geógrafos árabes para referirse una parte de la costa del África Oriental y sus habitantes, y es el origen etimológico del nombre de las islas de Zanzíbar.

Con el nombre de Rebelión Zanj (Zanj: negro) se designa una serie de revueltas de esclavos contra los árabes que finalmente culminaron en una gran revuelta generalizada, dirigida por Alí ibn Mohammed.
La Rebelión Zanj tuvo lugar cerca de la ciudad de Basora, situada al sur del actual Irak, que tuvo lugar durante un período aproximado de quince años (869 – 883 d.C.). Las revueltas iniciales culminaron en la rebelión de más de 500.000 esclavos que habían sido importados por el califato musulmán y que costó decenas de miles de vidas en el bajo Iraq.

Varios historiadores árabes como Al-Tabari y Al-Masudi consideran que esta rebelión fue uno de los más feroces y brutales alzamientos entre los muchos tumultos que afectaron al gobierno central de la dinastía Abbasida de Bagdad.

A medida que la agricultura y la economía de plantaciones se extendían en el mundo árabe, los propietarios se enriquecieron y los trabajos manuales perdieron prestigio. La escasez de mano de obra llevó a un incremento del mercado de esclavos.

Los Zanj fueron utilizados para cuidar de las plantaciones del delta formado por los ríos Tigris y Éufrates, que se había convertido en un pantano abandonado debido a la migración de los campesinos libres y las repetidas inundaciones de las tierras de cultivo. Los grandes terratenientes árabes recibieron grandes extensiones de terreno en el delta a cambio de hacerlas cultivables. La caña de azúcar fue el principal de los cultivos de la zona, particularmente en la provincia de Khūzestān.

Aparte de la agricultura, los Zanj también eran empleados en las minas de sal de Mesopotamia, especialmente en los alrededores de Basora.  Su trabajo consistía en despejar el suelo nitroso para hacer la tierra cultivable. Las duras condiciones de trabajo eran extremadamente miserables y la esperanza de vida de los esclavos era muy breve.

Durante la época de la Rebelión Zanj el califato Abbasida se encontraba en un período de debilidad económica, tanto interna como externamente. El coste económico que suponía el ascenso al poder de cada nuevo califa contribuyó a fomentar la Rebelión Zanj, que comenzó en torno al año 868, y que se mantuvo en los años siguientes. El ascenso del Islam chií también se estaba produciendo en esta época, de modo que el gobierno sunní de los Abbasidas se encontraba obligado a luchar en dos frentes.

La rebelión fue iniciada por un descendiente de esclavos llamado Alí ibn Mohammed. Había nacido y crecido en Samarra y no se sabe mucho más sobre su vida anterior a la rebelión. Finalmente se trasladó a Bagdad, donde se mezcló con algunos de los influyentes esclavos del califa Al-Muntasir (861-862). En este entorno Alí aprendió el funcionamiento del califato y las diferencias económicas entre los ciudadanos musulmanes. Los seguidores de Alí en la ciudad se hicieron tan numerosos que se recaudaban impuestos en su nombre. La primera rebelión fracasó finalmente y Alí huyó a Basora en el año 868. Ese mismo año uno de los líderes de la rebelión Zanj afirmó ser la reencarnación del anterior rebelde Yahya ibn Omar.

En Basora, Alí ibn Mohammed comenzó a predicar en la mezquita, hablando contra los califas y en favor del pueblo. Su contacto inicial con los esclavos de Basora parece haber sido motivado por el estallido de hostilidades entre dos regimientos turcos, el Bilaliyah y el Sa’diyah, que contribuyeron a debilitar el régimen político de Basora. Tratando de aprovechar la anarquía resultante, Alí intentó aliarse con uno de estos grupos. El historiador Tabari describe el Bilaliya y el Sa’diyah como dos gremios o barrios rivales de la ciudad de Basora.

Alí finalmente acudió a los esclavos negros que trabajaban en los pantanos de Basora y se interesó por sus condiciones de trabajo y su alimentación. Les dijo a los Zanj y a los demás esclavos que Dios lo había enviado para liberarlos de sus ataduras.

El origen racial tenía gran importancia en la época para establecerse en la sociedad árabe. Al principio se decía que el abuelo paterno de Alí ibn Mohammed había sido miembro del linaje de los Abd al-Qays y su abuela materna una esclava sindhi. Su madre, una mujer libre, era miembro del linaje Asad ibn Khuzaimah…otros dijeron que procedía de Persia o Arabia.
Alí tomó el título de Sahib al-Zanj («Amigo de los Zanj») y declaró su rebelión en Basora durante el reinado de Al-Muhtadi. Afirmó descender de Alí ibn Abi Talib, pero la mayoría de la gente sabía que era una falsedad y lo rechazaron.
El linaje de Alí no fue aceptado, así que comenzó a predicar una doctrina extremadamente igualitaria similar a la de los jariyitas que predicaban que el hombre más cualificado era el que debía reinar, aunque fuera un esclavo.
Fue posiblemente en este momento cuando los Zanj construyeron su capital, a la que llamaron Moktara (La Ciudad Elegida).

Hacia el final de la revolución la mayoría de los esclavos rebeldes comenzaron a comportarse como los amos que tanto despreciaban y la comunidad igualitaria comenzó a romperse.

En el año 879, tras acabar con la rebelión en Persia, el visir Al-Muwaffaq regresó a Mesopotamia y continuó atacando a los rebeldes. En el año 881 los zanj fueron rodeados por el ejército Abbasida. Con la captura y ejecución de Alí ibn Mohammed tras la caída de Moktara la revuelta finalizó.
Al final la mayoría de los Zanj se rindieron a Al-Muwaffaq, pero no todos. Más de 1.000 murieron en el desierto, de hambre y sed, tratando de huir del territorio iraquí. Otros continuaron luchando en el sur de Iraq tras la muerte de su líder, robando, saqueando y asesinado hasta que se rindieron o murieron, negándose a volver a ser esclavos.

A largo plazo, la actitud musulmana en la zona de Basora cambió con respecto a la esclavitud. El trabajo fue suavizado y finalmente los esclavos fueron sustituidos por campesinos y siervos, y algunos esclavos fueron liberados tras trabajar durante años para sus amos.

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