(Palmares, 1655 – 1695) Líder antiesclavista brasileño. Descendiente de guerreros negros africanos procedentes de Angola, Zumbi nació probablemente en el quilombo de Palmares. Pocos días después de su nacimiento fue tomado por una expedición portuguesa y entregado al padre Antonio Melo en Porto Calvo, quien bautizó al niño con el nombre cristiano de Francisco. Melo procedió a su educación y descubrió en él un «ingenio jamás imaginado en su raza y que pocas veces se encontraba en los blancos». Cuando cumplió 15 años, Francisco escapó de la casa de Melo y volvió al quilombo de Palmares.
El quilombo (o palenque en la América española) era el lugar donde se refugiaban los esclavos negros que huían de sus amos. Palmares era en realidad un grupo de quilombos, conocido en la historia de Pernambuco como la Confederación de Palmares, que duró más de un siglo (1596-1716). El quilombo nació de un grupo de esclavos negros de un ingenio azucarero que, tras una sangrienta rebelión, se refugiaron en la sierra de la Barriga (en el actual estado de Alagoas), y crearon allí las bases de un incómodo «estado libre» en el corazón del Brasil colonial. Palmares llegó a contar con una buena organización, estableciendo incluso relaciones comerciales con comunidades vecinas.
Cuando Francisco se vio entre los suyos cambió su nombre por el de Zumbi, cuyo significado no se conoce con exactitud y que aparece por primera vez en documentos portugueses de 1673. En 1678, Zumbi no aceptó el acuerdo al que había llegado Gamga-Zumba con los portugueses, por lo que se convirtió en jefe de los rebeldes. Previendo la represión que esta actitud provocaría, Zumbi organizó el quilombo para una guerra decisiva.
En 1694 fue atacado por las tropas de Domingos Jorge Velho. En un enfrentamiento fue herido y cayó por un barranco, hecho que motivó la leyenda de que se había suicidado para no caer nuevamente en la esclavitud. Pero en realidad no había muerto, y al año siguiente atacó de nuevo poblaciones pernambucanas hasta que, traicionado por uno de los suyos, fue asesinado el 20 de noviembre de 1695. Su cabeza, separada del cadáver, fue enviada a Recife y expuesta en público como escarmiento para los rebeldes. En algunas regiones de Brasil se celebra el 20 de noviembre el Día de la Conciencia Negra, conmemorando su muerte.