El sitio arqueológico de Engare Sero, ubicado al norte de Tanzania, ha emergido como uno de los descubrimientos más relevantes en la historia de la antropología y la arqueología en África. Este lugar contiene el yacimiento de huellas humanas de Homo sapiens más abundante y mejor conservado que se haya registrado en el continente africano. Estas pisadas, que datan de entre 5.000 y 19.100 años, ofrecen una visión única sobre la vida y el comportamiento de nuestros ancestros durante el Pleistoceno tardío.
El Descubrimiento: Un Tesoro Bajo el Fango
Engare Sero se encuentra cerca de la orilla sur del Lago Natron, un entorno geológicamente activo dominado por el volcán Ol Doinyo Lengai. Este volcán ha desempeñado un papel crucial en la preservación de las huellas. Según los investigadores, las pisadas se formaron en material volcánico que fue transportado por corrientes fluviales hasta el sitio actual. El lugar fue inicialmente identificado por el lugareño Kongo Sakkae antes de 2006, y posteriormente, el conservacionista Jim Brett alertó a la geóloga Cynthia Liutkus-Pierce, quien lideró los estudios financiados por la National Geographic Society.
El yacimiento contiene más de 400 huellas humanas, además de rastros de otros animales, como cebras y bóvidos. Estas huellas son una ventana directa al pasado, ofreciendo detalles sobre las actividades, movimientos y la composición social de los grupos humanos que las dejaron.
Datación del Sitio: Un Desafío Científico
La datación de las huellas de Engare Sero no fue una tarea sencilla. Los investigadores utilizaron diversas técnicas para determinar la antigüedad de las pisadas, incluyendo el análisis de una concha encontrada en el lodo que conservaba las huellas. Este enfoque situó el sitio entre 5.000 y 19.100 años atrás, lo que corresponde al Pleistoceno tardío, una época crucial en la evolución de los humanos modernos.
Dado que los Homo sapiens han habitado África por más de 200.000 años, las huellas de Engare Sero representan un valioso registro de un período más reciente, cuando los humanos anatómicamente modernos ya habían desarrollado formas complejas de comportamiento social y adaptación al entorno.
Lo Que Nos Dicen las Huellas
Las huellas de Engare Sero ofrecen una narrativa detallada sobre las vidas de los humanos que las dejaron. Entre los aspectos más destacados se encuentran:
- Diversidad Demográfica: Las pisadas fueron creadas por hombres, mujeres y niños, lo que sugiere que el lugar fue frecuentado por grupos familiares o comunidades completas.
- Actividad Física: Algunas huellas indican un ritmo acelerado, similar al de personas corriendo o trotando. Esto podría reflejar comportamientos específicos como la huida, el juego o actividades colectivas.
- Rasgos Anatómicos: Una huella en particular muestra un dedo gordo del pie inusualmente torcido, lo que sugiere una lesión previa, posiblemente un hueso roto. Este detalle añade una dimensión personal y humana a las personas que dejaron estas marcas.
- El “Salón de Baile”: Una zona del sitio presenta numerosas huellas que se cruzan en diferentes direcciones, creando un patrón que los investigadores han apodado como el «salón de baile». Este espacio sugiere una actividad concentrada en un área específica, aunque su propósito exacto sigue siendo objeto de especulación.
Un Registro de Vida y Comportamiento
El estudio de las huellas no solo revela datos sobre la morfología de nuestros ancestros, sino también sobre sus interacciones sociales y su relación con el entorno. La presencia de niños indica la existencia de grupos familiares, mientras que el análisis de las pisadas en movimiento proporciona pistas sobre cómo se desplazaban en su hábitat. Según William Harcourt-Smith, coautor del estudio, «Nunca he visto tantas pisadas en un mismo sitio; es una verdadera locura».
Implicaciones Científicas y Antropológicas
Engare Sero representa un recurso invaluable para comprender la evolución humana y el desarrollo de comportamientos complejos. Las huellas fosilizadas, descritas como «instantáneas en el tiempo» por los investigadores, permiten capturar momentos específicos de la vida cotidiana de los Homo sapiens del Pleistoceno. Este tipo de evidencia complementa los hallazgos fósiles y arqueológicos tradicionales, proporcionando un contexto más amplio sobre la dinámica social y ecológica de los grupos humanos.
El descubrimiento también subraya la importancia de los yacimientos africanos en la narrativa global de la evolución humana. África, como cuna de la humanidad, sigue ofreciendo descubrimientos que desafían y amplían nuestra comprensión de los orígenes y la historia de nuestra especie.
Conclusión: Una Conexión con el Pasado
El yacimiento de Engare Sero no solo es un tesoro arqueológico, sino también un recordatorio de nuestra conexión con el pasado. Como expresó Cynthia Liutkus-Pierce al visitar el sitio por primera vez: «El origen de la humanidad es de un gran interés para mí: de dónde venimos y por qué somos lo que somos». Las huellas de Engare Sero no solo preservan un momento en la historia, sino que también nos invitan a reflexionar sobre nuestra propia evolución y sobre las historias que yacen enterradas bajo nuestros pies.
Referencias
- Liutkus-Pierce, C. et al. “Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology”. Universidad Estatal de los Apalaches, Estados Unidos, 2017.
- Greshko, M. “Ancient Footprints Offer Clues to Early Humans in Africa”. National Geographic, 2017.
- Harcourt-Smith, W. “Tracking Human Evolution Through Fossilized Footprints”. Smithsonian Institution, 2018.
- Brett, J. «Engare Sero: A Window into Prehistoric Life». National Geographic Society, 2016.
- Liutkus-Pierce, C. “Engare Sero and the Legacy of Human Movement”. Journal of Anthropological Science, 2019.