Chicago es una de las ciudades más importantes de Estados Unidos. Para los aficionados al jazz es casi un lugar de culto. Casi podríamos decir lo mismo de los arquitectos, o de las personas interesadas por la Mafia y las historias sobre Al Capone. Además, es la ciudad en la que el actual presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, se inició como político. Lo que no es tanto del dominio público es que esta ciudad, que originalmente fue un pequeño asentamiento comercial a orillas del lago Michigan, fue creada por un personaje de origen haitiano y de raza negra: Jean Baptiste Pointe du Sable.
Hay ciertas divergencias sobre el origen de este emprendedor. Se cree que Du Sable nació en 1745 en un pequeño pueblo de lo que hoy es Haití. Hijo de una antigua esclava y de un marinero francés, siendo aún muy joven Du Sable fue llevado por éste a Francia. Allí adquirió una sólida educación y aprendió inglés y español.
Tras un accidentado viaje desde Haití a Nueva Orleáns, en el que su barco naufragó y fue hecho prisionero por los españoles, que entonces controlaban la ciudad, Du Sable navegó por el río Mississippi y llegó a lo que hoy es el estado de Illinois. En la década de 1770 se estableció en la ciudad de Peoria, en Ilinois. Allí comenzó a hacer negocios con los nativos americanos de la zona y llegó a casarse con una integrante de la tribu Potawatomi.
Pasados unos años, Du Sable decidió viajar hacia el Norte, a la zona de los Grandes Lagos. Allí descubrió una tierra árida y pantanosa que era conocida por sus habitantes como Eschikago, nombre que ha sido traducido tanto como “Tierra de las cebollas salvajes” como “Tierra del mal olor” por los terrenos pantanosos que había en la zona. Este enclave estaba habitado por pueblos muy guerreros, lo que había disuadido a los europeos de crear asentamientos en el mismo.
Sin embargo, Du Sable se percató inmediatamente del valor estratégico de estas tierras y logró trabar amistad con los jefes locales. Finalmente, en lo que hoy es el centro de Chicago, construyó una casa que fue el primer hogar permanente de la región de una persona que no era nativo de esas tierras.
A partir de su casa original levantó un complejo de edificios comerciales y un próspero negocio. Este complejo se convirtió en el principal suministrador para cazadores, leñadores, comerciantes y nativos americanos.
El éxito de su puesto comercial dio a Du Sable una gran reputación en la zona y propició que se hiciera rico. No obstante, él y su familia fueron arrestados por los británicos durante la Guerra de Independencia americana por sus simpatías con los revolucionarios. Una vez terminada la guerra, recuperó todas sus tierras y continuó con su actividad. Sin embargo, y por razones que no les quedan claras a los historiadores, Du Sable abandonó todos sus negocios en 1800, después de haber malvendido sus bienes. Pasó los siguientes 13 años en Peoria y terminó sus días con su nieta en Missouri, donde murió en 1818, precisamente el mismo año en que Illinois se convirtió en Estado de los EEUU.
Ha habido que esperar hasta el 25 de octubre de 1968 para que Jean Baptiste Pointe du Sable fuera reconocido oficialmente como el fundador de la ciudad, pero nadie duda de que la visión de este emprendedor dio como resultado el nacimiento una gran metrópolis y una ciudad que ha sido y es una de las más importantes de los Estados Unidos.