Los primeros pobladores de Australia no proceden de migraciones sucesivas de la India, sino que habrían estado aislados en ese país tras llegar directamente de África hace unos 45.000 años, según un estudio que echaría por tierra la teoría que liga genéticamente a los australianos con los aborígenes indios.
Así lo manifestó uno de los responsables de esta investigación, el español Juan J. Sánchez, biólogo molecular de Genética Forense de la Universidad de La Laguna (Tenerife), quien explicó que este estudio desvela que las líneas genéticas de los australianos, una rama completamente «ancestral», tienen «un punto común» con las poblaciones iniciales que salieron de África.
El estudio, que se publica en el último número de la revista ‘PNAS’, incluye también a científicos de varios centros de investigación de Estonia, Reino Unido y Alemania.
Una de las teorías manejadas hasta ahora por los científicos es que los primeros pobladores de Australia, hace entre 50.000 y 70.000 años, procedían de la India, pero las nuevas investigaciones han desvelado que «no hubo un proceso de migraciones sucesivas desde La India a Australia», explicó el experto.
Para esta investigación han sido utilizadas técnicas multiplex, que permiten «la detección de muchos marcadores simultáneamente con muy poca cantidad de ADN», y se tomó de base un muestreo de «unas 500 muestras del cromosoma «Y» y un centenar mitocondrial de poblaciones modernas de toda Australia».
Los resultados del estudio desvelaron una ausencia de variaciones genéticas específicas de la India entre los australianos, y sólo se detectó la base genética común a todas las poblaciones.
Para muchos científicos, los primeros humanos que salieron de África se establecieron en el este de Asia, desde donde fueron trasladándose a otras zonas, pero parece que finalmente «no fue así», sino que habrían llegado directamente a Australia, en donde se aislaron del resto, según la investigación.
Lo que sí se ha detectado en la zona norte de Australia es «una especie de migración» desde Nueva Guinea, debida básicamente a que en aquel tiempo, se carecía de los niveles de agua actuales, lo que pudo motivar un contacto directo entre las poblaciones de ambas zonas, explicó.
Sin embargo, continuó, no hay evidencias sólidas de recientes migraciones de hombres o mujeres hacia Australia, desde la separación del continente de Nueva Guinea al final de la última edad de hielo; no obstante, «anteriormente» a esa fase, el flujo genético entre Australia y la vecina Nueva Guinea parece que fue escaso.
Cambios culturales en los últimos seis mil años en Australia, como el desarrollo de nuevas tecnologías o la introducción del Dingo (un animal al que se relaciona con perros salvajes de Asia suroriental), no parecen debidos a migraciones «significativas» desde otros lugares, añadió el científico.
Todo apunta a que después del asentamiento de los primeros pobladores en Australia apenas hubo inmigración perceptible desde fuera del continente.
Fuentee: http://www.elmundo.es/elmundo/2007/05/07/ciencia/1178550611.html