En 1331, Ibn Batouta, describió la ciudad tanzana de Kilwa, en el Zanj, pueblo de habla swahili, de la siguiente manera «una de las ciudades más bellas y bien construidas del mundo, toda ella está elegantemente construida». En sus ruinas se encuentran arcos “góticos” y un intrincado trabajo en piedra, ejemplos de una arquitectura exquisita. Kilwa se remonta al siglo IX y estuvo en su apogeo en los siglos XIII y XIV. Este puerto africano internacional acuñó su propia moneda desde los siglos XI al XIV. Los restos de objetos encontrados en ella la vinculan a España, China, Arabia y a la India. Los habitantes, arquitectos y fundadores de esta ciudad no eran árabes y la única influencia que tuvieron de los europeos, en la forma de los portugueses, fue sólo para marcar el inicio de la decadencia, probablemente a través de la viruela y la gripe «- Fuente:. Centro del Patrimonio Mundial de la UNESCO, extracto de la «Agenda Áfricana» por PD Lawton
En 1505 las fuerzas portuguesas destruyeron y quemaron las ciudades swahili de Kilwa y Mombasa.
La siguiente imagen muestra una reconstrucción artística del palacio del sultán en Kilwa en el 1400, seguida de otras fotografías de sus ruinas.
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