En 2013, un equipo de científicos descubrió en la cueva Rising Star, ubicada a unos 50 kilómetros de Johannesburgo (Sudáfrica), uno de los yacimientos de fósiles humanos más importantes de la historia. Este hallazgo, publicado en 2015, reveló la existencia de una nueva especie dentro del género Homo, bautizada como Homo naledi. El nombre naledi, que significa «estrella» en sesotho (una lengua local), rinde homenaje al lugar del descubrimiento. Este hallazgo no solo ha ampliado nuestro conocimiento sobre la evolución humana, sino que también ha planteado preguntas fascinantes sobre el comportamiento de nuestros ancestros.
El Yacimiento de Rising Star
La cueva Rising Star es un sistema de cuevas complejo y de difícil acceso. Para llegar a la cámara donde se encontraron los fósiles, los investigadores tuvieron que recorrer 80 metros de cueva, trepar una pared y deslizarse por una grieta estrecha, comparada humorísticamente con la boca de un buzón. Este acceso, completamente oscuro, es la única ruta posible, tanto en la actualidad como en el pasado, según los estudios geológicos.
En esta cámara, los científicos encontraron más de 1.500 fósiles humanos, pertenecientes a al menos 15 individuos de diferentes edades: desde infantes y niños hasta adultos y ancianos. Este conjunto de fósiles convierte a Rising Star en el yacimiento de fósiles humanos más grande de África y uno de los más importantes del mundo.
Características del Homo naledi
El Homo naledi presenta una combinación única de rasgos primitivos y modernos, lo que lo sitúa en un punto intermedio entre los australopitecos y las especies más avanzadas del género Homo, como el Homo erectus. Algunas de sus características más destacadas incluyen:
- Tamaño y peso: Medían aproximadamente 1,5 metros y pesaban alrededor de 45 kilos.
- Cerebro pequeño: Su capacidad craneal era de unos 500 centímetros cúbicos, mucho menor que los 1.200 centímetros cúbicos de un Homo sapiens.
- Locomoción bípeda: Aunque su cuerpo era más primitivo, similar al de los australopitecos, sus pies eran muy parecidos a los de los humanos modernos, lo que sugiere que caminaban erguidos.
- Manos hábiles: Sus manos tenían un pulgar oponible, lo que indica que podrían haber sido capaces de fabricar herramientas de piedra.
- Dientes pequeños: Sus dientes eran relativamente pequeños, un rasgo más cercano a los humanos modernos que a los australopitecos.
El Misterio del Comportamiento Funerario
Uno de los aspectos más intrigantes del hallazgo es la posibilidad de que el Homo naledi practicara algún tipo de comportamiento funerario. Los fósiles no muestran signos de haber sido arrastrados por el agua, ni marcas de depredación o canibalismo. Además, muchos de los huesos estaban perfectamente articulados, lo que sugiere que los cuerpos fueron depositados en la cámara de manera intencional.
Este comportamiento, si se confirma, sería sorprendente, ya que hasta ahora se creía que los rituales funerarios eran exclusivos de humanos más modernos y con cerebros más grandes. Sin embargo, el Homo naledi tenía un cerebro pequeño, lo que plantea preguntas sobre su capacidad cognitiva y su conciencia de la muerte.
Controversias y Preguntas sin Respuesta
A pesar de la importancia del hallazgo, el Homo naledi ha generado controversia en la comunidad científica. Algunas de las principales preguntas sin respuesta incluyen:
- Dificultad para datar los fósiles: Hasta ahora, no se ha podido determinar la antigüedad de los restos. Esto es crucial para situar al Homo naledi en el árbol evolutivo humano. Si los fósiles tienen más de 2 millones de años, podrían ser ancestros directos de los humanos modernos. Si son más recientes, podrían representar una rama lateral de la evolución humana, similar al Homo floresiensis (hombre de Flores).
- Acceso a la cámara: Algunos científicos, como Juan Luis Arsuaga, codirector de los yacimientos de Atapuerca, sugieren que la cueva podría haber tenido otra entrada en el pasado, lo que facilitaría el acceso sin necesidad de luz artificial. Esto cuestionaría la hipótesis de que los naledi usaron fuego para iluminar su camino.
- Comportamiento funerario: La idea de que una especie con un cerebro tan pequeño practicara rituales funerarios es controvertida. Algunos expertos, como Kaye Reed, de la Universidad Estatal de Arizona, argumentan que sin una datación precisa, es difícil confirmar esta hipótesis.
Implicaciones del Descubrimiento
El descubrimiento del Homo naledi tiene implicaciones significativas para nuestra comprensión de la evolución humana:
- Diversidad del género Homo: El Homo naledi muestra que la diversidad dentro de nuestro género era mayor de lo que se pensaba, con especies que combinaban rasgos primitivos y modernos.
- Comportamiento complejo: Si se confirma que los naledi practicaban rituales funerarios, esto sugeriría que el comportamiento complejo no estaba limitado a especies con cerebros grandes.
- Importancia de África: Este hallazgo refuerza el papel de África como el escenario principal de la evolución humana.
Conclusión
El Homo naledi es uno de los descubrimientos más fascinantes de la paleoantropología en las últimas décadas. Aunque plantea más preguntas que respuestas, su estudio está ayudando a reescribir la historia de nuestra especie. Desde su morfología única hasta el misterio de su comportamiento funerario, el Homo naledi nos recuerda que la evolución humana es un proceso complejo y lleno de sorpresas.
Referencias
- Berger, L. R., et al. (2015). «Homo naledi, a new species of the genus Homo from the Dinaledi Chamber, South Africa.» eLife.
- National Geographic. (2015). «New Human Ancestor Discovered in South African Cave.»
- Arsuaga, J. L. (2015). «El hallazgo de Homo naledi: ¿un nuevo eslabón en la evolución humana?» Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC).
- Stringer, C. (2015). «The many mysteries of Homo naledi.» Nature News.
- Reed, K. (2015). «Homo naledi: A new species or just another fossil?» Arizona State University.