Kandake, Kentake (términos griegos del vocablo meroítico kdke o ktke) o también Candace fue el título de las reinas o reinas madre del antiguo reino africano de Kush, también conocido como Nubia o Etiopía.
Este título se confunde a menudo durante los primeros siglos después de su primera mención entre los pueblos de más al norte con el mismo nombre de la reina. En las diversas representaciones de las Kandakes en los muros de los templos aparecían y destacaban habitualmente como mujeres de largas y afiladas uñas y hermosa joyería considerada sagrada.
Diversas descripciones las consideran obesas pero debe tenerse en cuenta que entre muchas civilizaciones africanas el peso era indicativo de poder, riqueza y productividad como madres. Sus representaciones sugieren que se las consideraba gobernantes de origen divino dado que suelen estar a la misma altura que el dios principal de Meroe, Apedemak, el dios león.
Una leyenda del Roman d’Alexandre propone que Una Candace de Meroë luchó contra Alejandro Magno. Lo cierto es que Alejandro nunca atacó Nubia y nunca intentó avanzar más al sur del oasis de Siwa en Egipto.
El 25 a. C. la Kandake Amanirenas, según Estrabón, atacó la ciudad de Syene, la actual Asuán que formaba parte del Imperio Romano. El emperador Augusto destruyó la ciudad de Napata como represalia.
La mayoría de los estudiosos no tienen en cuenta los relatos de Herodoto, Estrabón y Diodoro pues los consideran poco más que intentos de demostrar la existencia de mujeres guerreras aunque los tres escritores de la antigüedad han demostrado su fiabilidad en la gran mayoría de observaciones que se han podido examinar sobre la vida en los siglos anteriores a Cristo.
Pero despues una notable serie de reinas guerreras nubias, reinas regentes y reinas madre conocidas como Kentake están saliendo a la luz solo gracias al avance en el descifrado de la escritura meroítica. Controlaban lo que es hoy Sudán, Etiopía y parte de Egipto.
Una de las reinas mas destacada fue la reiana Amanishajeto (Amanishakheto). Se estima que reinó desde la década del 10 a. C. hasta c. 1d. C. El nombre de Amanishajeto está grabado en varios monumentos; destacándose en el templo de Amón, en Kawa, también aparece en una estela de Meroe; en las inscripciones de un palacio en construcción encontrado en Wad ban Naqa; también figura en dos estelas encontradas en Qasr Ibrim y en Naqa, y en su pirámide en Meroe (la número seis). También es citada en la Biblia, en los Hechos de los Apóstoles (Hechos 8:27).
Amanishajete es mejor conocida por sus tesoros de joyería, descubiertos en 1832 por el explorador italiano Giuseppe Ferlini. Su palacio fue uno de los más grandes hasta ahora identificados, pues medía alrededor de 61 metros de largo y cubrían sus dominios cerca de 3700 metros cuadrados. Las piezas rescatadas se encuentran custodiadas en el Museo Egipcio de Berlín y el Museo Egipcio de Munich.
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