Para Salif Keita, no hay razón para renunciar a la música y la danza a pesar de la grave crisis a la que actualmente se enfrenta su país. El cantante y embajador de la paz de la Unión Africana siempre ha estado comprometido con la convivencia pacífica entre los pueblos.
Su acción no sólo consiste en superar las diferencias culturales, sino también los problemas sociales. Para los Malienses, el nacimiento de un albino se considera un mal presagio, y así es como siempre se ha enfrentado Salif Keita al rechazo y el resentimiento, tanto de su familia como de la sociedad en general.
Bajo la bandera de la tolerancia, presenta en el África Festival una selección de canciones de «Talé«, su último disco, entrelazando la música tradicional y la electrónica.