La reina Zingha (Jingha) de Angola, marcó la historia de la emancipación de las mujeres africanas antes de tiempo, antes de la llegada de los colonizadores portugueses en el África negra. Anna Zingha fue la última reina de la Angola pre-colonial. Después de haber gobernado durante treinta años en el siglo XVII, hasta su muerte a los 82 años, Anna Zingha y bajo su reinado opuso una feroz resistencia a las ambiciones de Portugal.
Contents
Una civilización próspera
Con la llegada de los portugueses en 1484 al territorio Angoleño gobernado por la reina Anna Zingha, los colonos se sorprendieron al descubrir un paraíso de 8 provincias, tierras fértiles y próspero ganado vacuno. Cuando Diego Cao, el navegante portugués, aterrizó en la desembocadura del río Congo en 1482 dudaba mucho de encontrarse con otros pueblos. Dos años más tarde, al llegar a uno de esos reinos, se sorprendió por la belleza del país, el sentido de la organización social del pueblo en ese año 1484, de encontrarse a los Negros vestidos tan impecablemente, de los adornos de las mujeres, de la buena salud de los niños, muy educados, de la amabilidad de la gente, a pesar de que nunca habían estado en contacto con la «civilización europea».
Los portugueses encontraron de hecho una población industriosa empleada en diversas actividades. Uno de los pocos registros conservados de la época describen el territorio angoleño de esta manera: «el lugar que ofrece al viajero el espectáculo más brillante y encantador. Enormes viñedos, campos que todos los años se cubren de una doble cosecha, de ricos pastos. La naturaleza parece disfrutar de reunir aquí todos los beneficios que las manos bienhechoras sólo otorgan por separado en otros países y, aunque sean negros, los habitantes del reino de Angola son en general muy inteligentes e ingeniosos «.
Una realeza amazona
El país estaba bien cuidado, pronto se dieron cuenta de que era un reino con una administración seria, códigos sociales, una tierra tan rica, una agricultura de auto subsistencia. Todo era tranquilo y próspero. Había hermosas casas bien construidas, una arquitectura que no tenían nada que envidiar a las de Europa. El comercio entre los vecinos se llevaba a cabo sin problemas. Todo se hacía por medio del trueque. El reino Kongo comerciaba con el reino de Matamba ese país que la gente llamaba «a-ngola», que significaba: el país del rey Ngola. El nombre de ese soberano tan respetado. Había una Corte con los líderes de la comunidad, príncipes y princesas, un ejército curiosamente dirigido por una mujer, la hija del rey, llamada la reina Zingha. Joven y de asombrosa belleza. En su ejército, las mujeres tenían un papel muy importante. Eran las Amazonas, sabían cómo manejar las armas y montaban a caballo, y se dividían en la lucha contra los posibles enemigos.
La reina cuya flecha alcanza siempre el objetivo
Sin esperar, decidieron tomar oficialmente posesión de Angola en nombre del rey de Portugal, con el fin de obtener un gran suministro de esclavos para su territorio de Brasil y convertirse más fácilmente en dueños de la riqueza del país. Mbande Zingha era la hermana y consejera del Rey Ngola (hoy Angola) y fue su representante durante las negociaciones con los portugueses. Su nombre real Ngola Mbandi Kia Ngola Nzinga Bandi, «la reina cuya flecha alcanza siempre el objetivo» era una estratega inteligente con un temperamento de hierro e indiscutible carisma. Iniciada a una edad temprana por su padre al cual seguía como una sombra, había aprendido a responder como un «hombre» de Estado. La que se presentó ante los blancos (Diego Cao y su delegación) fue esta joven guerrera, la hija del rey, llamada reina Zingha. Experta en el uso de la flecha envenenada, la leyenda dice que nunca falló su objetivo. Angola estaba orgullosa de su reina Zingha que los portugueses bautizaron como Anna Zingha. Hasta su muerte, se mantuvo digna, nunca traicionó la causa de su pueblo al que le debía un respeto profundo. Al igual que todas las muchachas de la época, supo cómo mantenerse delante de los hombres. Por desgracia, fue traicionada por los suyos y el país de Angola conoció la esclavitud, la guerra y la colonización.
Una feroz resistencia a la colonización portuguesa
Se convirtió en reina cuando murió su hermano en 1624. Posicionó a las mujeres, incluyendo a sus dos hermanas Kifunji y Mukumbu, en todos los puestos gubernamentales. Cuando los portugueses rompieron el tratado de paz, dirigió un ejército compuesto en gran parte por las mujeres en contra de ellos, lo que les causó un terrible daño, mientras conquistaban reinos vecinos en un intento de constuir una confederación lo suficientemente fuerte como para expulsar a los portugueses de África. Ella aceptó el alto al fuego y, a continuación, aceptó un tratado de paz en 1635. Organizado por el virrey de Portugal Don Joao Correia Da Souza, Anna Zingha marcó a los colonos por su rápido ingenio y habilidad política que dominó en las reuniones. Se las arregló para conseguir el retroceso de las tropas extranjeras fuera de las fronteras reconocidas anteriormente y el respeto de la soberanía de Matamba. Al final de la negociación, el virrey propuso que el territorio libre de la reina se pusiera bajo la protección del rey de Portugal, que en realidad significaba el pago de un impuesto que suponía la entrega de 12 a 13 mil esclavos por año a la administración colonial! Propuesta a la que Anna Zingha se negó firmemente. Firmado el tratado, Anna Zingha tuvo éxito y pudo reinar en la última parte libre del país hasta su muerte en 1664 a la edad de 82 años. Sin dejar un heredero al trono fue la última soberana en reinar en Angola. Cuando Angola se convirtió en nación independiente en el año 1975, una calle importante en Luanda lleva su nombre en su honor.
Para mas detalles, leer el libro de 294 págs. : Zingha, reine d’Angola : histoire africaine en deux parties – par M.L. Castilhon – 1769.
Nedobandam.com